jueves, 12 de junio de 2014

Mía: así te llamas.
¿Qué más armonía?
Mía: la luz del día;
Mía: rosas, llamas.

¡Qué aromas derramas
en el alma mía
si sé que me amas!
¡Oh Mía! ¡Oh Mía!

Tu sexo fundiste
con mi sexo fuerte,
fundiendo dos bronces.

Yo triste; tú triste...
¿No has de ser entonces
mía hasta la muerte?

Rubén Darío

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.